miércoles, 19 de mayo de 2010

Díaz Ferrán, presidente de la patronal española y los sindicatos del régimen (CCOO y UGT) dicen que este no es país para huelgas generales

El presidente de la CEOE y su amigo Zapatero nada dicen de aumentar los impuestos a los más poderosos ni la presión fiscal sobre los grandes beneficios empresariales

El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha asegurado este jueves que el "país no está en estos momentos para ningún tipo de huelga" sino todo lo contrario, por lo que pidió "sumar esfuerzos" y "hacer piña" para salir de la crisis. De esta forma respondía a la convocatoria de paro total del sector público prevista para el 2 de junio y que será respaldada por UGT y CCOO y ante la amenaza de que los sindicatos decidan convocar también una huelga general.

Tras reunirse durante una hora y media en la Moncloa con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, Díaz Ferrán ha valorado como «positivo» en su conjunto el paquete de medidas de recorte del gasto público. En el encuentro también participó el presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Jesús Bárcenas.

Díaz Ferrán anunció que los empresarios han propuesto a Zapatero disminuir el gasto en ayuda oficial al desarrollo y limitarlo ya que las remesas que envían los inmigrantes a sus países "podría ser suficiente".

Reiteró al presidente la urgencia de acometer una reforma laboral, como medida complementaria a las anunciadas, y consideró que si no se llega a un acuerdo a lo largo de este mes "evidentemente" el Gobierno debería acometer la reforma, bien por Decreto o en el Parlamento.

"Yo, desde luego no voy a dimitir", afirmó contundente el presidente de la patronal en rueda de prensa tras el encuentro con Zapatero, añadiendo que en los órganos de gobierno de la CEOE "no ha habido nadie que haya pedido mi dimisión". El Instituto de la Empresa Familiar remitió el miércoles un comunicado en el que solicitaba la renuncia urgente de Díaz Ferrán, que ha indicado esta tarde que en la Junta de la CEOE de ese día se limitó a contar "algunos problemas" de empresas "en las que" participa.

lunes, 10 de mayo de 2010

193 millones de euros para los sindicatos del régimen ... el precio de la paz social en su España

Conozca lo que los dos principales sindicatos del país han recibido del gobierno. Es una suma millonaria que propicia que algunos mal intencionados sospechen para que sirve este dinero.

193 millones: el precio de la paz social
Conozca lo que los dos principales sindicatos del país han recibido del gobieno. Es una suma millonaria que propicia que algunos mal intencionados sospechen que detrás de ese dinero está la famosa "paz social". ¿Puras conjeturas?

Las malas lenguas dicen que Rodríguez Zapatero ha conseguido el apoyo sindical a base de suculentas subvenciones. Sólo en 2009, los dos principales sindicatos recibieron 193 millones. Nada ha importado la crisis, el paro y el enorme déficit del Estado a la hora de repartir este dinero.

El Gobierno ha sido muy equitativo puesto que ha repartido esta cantidad casi por igual a UGT y CCOO. La organización de Méndez recibió 96.117.904,59 euros y un poco más, 96.183.980,70 euros, el de Fernández Toxo.

Sin embargo, lo más grave se desprende al conocer que este dinero dobla al que recibieron estos sindicatos en el ejercicio interior. En tiempos de crisis, mayores subvenciones, es lógico para entender el capitalismo.

Este dinero sólo incluye las subveniones directas publicadas en el Boletín Oficial del Estado. Por ello, habría que sumar las cantidades que otorgan las diferentes comunidades autónomas y las ayudas que reciben las fundaciones de estos dos sindicatos.

¿Y en Grecia? CC.OO y UGT muy solidarios, pero..

Lo importante es que no cunda el pánico y que no haya efecto contagio. Ambos sindicatos se esfuerzan a diario en explicarnos que España no es Grecia, que la paz social está por encima de todo. Sus dirigentes repiten en cualquier micrófono que una huelga general no sería positiva para crear empleo. Dicho esto apoyan las huelgas generales de Grecia (ya van cuatro desde febrero), desde lejos no hay problema para apoyar. Otra cosa es convocar movilizaciones de apoyo a la lucha de los trabajadores griegos para una hora a la clase obrera en solidaridad con Grecia. Eso serían palabras mayores, y no hay caballo para tanto trote.

Y, por supuesto, condenar la violencia que eso siempre tiene su apoyo social y el beneplácito de los medios.

En efecto, CC.OO. lamentó la muerte de tres personas en las movilizaciones de ayer en Grecia para protestar por el plan de austeridad de 30.000 millones de euros del Gobierno de Georges Papandreou, y condenó la violencia de grupos "violentos ajenos" a los sindicatos griegos.

"Es inaceptable que aprovechándose de la masiva respuesta sindical, grupos de personas, ajenas a las organizaciones convocantes y a las demandas reivindicativas de la huelga general, tiñan de luto una jornada que fue un éxito de participación de los trabajadores griegos", resaltó el sindicato liderado por Ignacio Fernández Toxo en un comunicado.

La reforma que viene...


Mientras, siguen tejiendo una reforma laboral que satisfaga a empresarios y gobierno. El secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, manifestó su confianza en que su formación y UGT podrán presentar un acuerdo "importante" con la CEOE en un "espacio corto de tiempo".

"Como ya hemos tenido varios reveses, prefiero no generar expectativas que luego no se puedan cumplir", matizó Toxo, en referencia al sonado fracaso que protagonizó el diálogo social tripartito en julio de 2009. El líder sindical, que participó en un seminario europeo sobre el mercado laboral, confirmó que sindicatos y patronal han "acelerado" la negociación bilateral para limar el pacto.



Reforma laboral: CCOO y UGT entrarán en los consejos de administración de las mutuas patronales

Sería el premio por su complicidad en la rebaja de las cotizaciones sociales de la patronal que el gobierno pretende reducir.

Sobran las críticas y falta tiempo para acordar una reforma laboral a gusto de todos. El Gobierno es consciente de que se acabó el tiempo de jugar a las negociaciones. La presión pública aumenta y hay que zanjar de una vez el diálogo social.

Desde esta perspectiva, Trabajo tiene puesta la mirada sobre las mutuas de accidentes laborales, llamadas a convertirse en la cabeza de turco de la reforma en ciernes. El Departamento de Corbacho quiere cerrarles el grifo de las cotizaciones sociales de las que actualmente se nutren para cubrir la asistencia sanitaria (bajas médicas, fundamentalmente) de más de 13 millones de trabajadores.

El Ejecutivo descubrió parte de sus intenciones en el documento sobre la revisión del Pacto de Toledo del 29 de enero. En ese texto, apuntaba ya a la necesidad de reflexionar sobre “si deben ser las cotizaciones sociales las que sigan soportando la financiación de la asistencia [que prestan las mutuas de accidentes de trabajo] , o si debemos transitar hacia un modelo basado en impuestos o mixto”. Pues bien, esta semilla, entonces desapercibida, ha comenzado a echar raíces.

Corbacho está dispuesto a rebajar en torno a medio punto las cuotas por contingencias profesionales, lo que supone un ahorro de 350 millones, según ha calculado el sector. Los sindicatos, claramente reacios a la medida, obtendrían a cambio el privilegio de tener un sillón en los consejos de administración de cada una de las treinta mutuas en activo. Todo un caramelo.


Y de la teoría a la acción. Trabajo aprobó en marzo una resolución, a cuyo contenido completo ha tenido acceso EXPANSIÓN, en la que avisa del recorte de 251,7 millones de euros entre los centros dependientes de la secretaría de la Seguridad Social –fundamentalmente las mutuas–, bajo el pretexto de “medidas de austeridad” (ver apoyo). La cantidad es similar, casualmente, al colchón financiero que aspira a rascar el Ejecutivo con la rebaja de cuotas.

Este último gesto ha sido la puntilla para poner en pie a las mutuas, que llevan semanas sospechando la estrategia. De hecho, han remitido un informe a la Administración para intentar frenar la pirueta.

Además, y para sorpresa de todos los grupos, esta trama se negocia también en la Comisión del Pacto de Toledo. ¿Casualidad? No tanto, ya que el giro que planea el Ejecutivo también afectaría –mejor dicho beneficiaría– a la Seguridad Social. Y es que el Ejecutivo plantea que “una parte de las actuales reservas” de las mutuas –valoradas en 3.000 millones– financien “en un periodo de transición amplio” los servicios que ahora prestan, hasta que su control pase gradualmente a los sistemas de salud autonómicos.

Otro “destino natural” de esta partida sería la llamada hucha de las pensiones, que alcanza 60.000 millones. A finales de 2010 el 90% de este fondo estará invertido en deuda pública nacional.

La idea ‘multiuso’
1. El Ejecutivo está dispuesto a recortar 0,5 puntos las cuotas por contingencias profesionales –lo que ahorraría 350 millones al sector privado– , a cambio de que los sindicatos entren en los Consejos de las mutuas.

2. Dotadas de menos presupuesto, el Gobierno habría allanado así el terreno para trasladar los servicios que prestan las mutuas (principalmente gestionan altas y bajas médicas) a los servicios de salud autonómicos.

3. El guión también deja abierta la puerta a usar las reservas que han ido acumulando las mutuas (3.000 millones) para abonar la hucha de las pensiones, cuyos recursos están invertidos en un 90% en deuda pública.

Un reglamento, una intención
La reforma laboral va cogiendo cuerpo. Como adelantó este diario el 15 de abril, el Ejecutivo ha empezado a negociar la idea de allanar los requisitos para usar el contrato por despido objetivo –con un coste de indemnización de 20 días–, a cambio de cargar al Fogasa –que vive gracias a las cuotas empresariales– parte de las indemnizaciones por despido.

Para hacer más atractiva la oferta, Moncloa dejó la puerta abierta a rebajar las cotizaciones que pagan las sociedades. Lo que faltaba entonces por detectar era qué epígrafe se tocaría. Pues bien, el capítulo que Trabajo planea recortar es el de las cuotas por contingencias profesionales, de las que se nutren las mutuas para gestionar las altas y las bajas médicas de buena parte de los trabajadores.

En este sentido, el pasado 11 de marzo, la secretaría de Estado de la Seguridad Social aprobó una resolución que limita su actuación. En concreto, les prohíbe “la apertura de nuevas delegaciones o instalaciones”, y les obliga a “suprimir los gastos de publicidad y promoción”, unas reglas restrictivas que han sorprendido por su dureza. Con esta política, justificada como una estrategia de austeridad, Trabajo pretende obtener un colchón extra de “251.772,04 miles de euros”. Esta cantidad equivale al recorte de cuotas sociales (de medio punto) con el que el Ejecutivo pretende atraer a CEOE.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Indemnización a los sindicatos UGT y CCOO por firmar un ere

Se hace entrega de 6.500 Euros a cada sindicato CC.OO y UGT a cambio de su inestimable colaboración en el ERE dejando desamparados a 95 trabajadores/as.

Desde esta pagina denunciamos una y otra vez que los dos sindicatos mayoritarios de este estado, CCOO y UGT, ademas de estar bochornosamente subsidiados y subvencionados hasta la saciedad, que en el actual periodo de crisis y conflictividad laboral, Eres, despidos etc, tambien estos dos sindicatos, como dos grandes empresas que son, se ven beneficiadas por la crisis; ahora lo confirmamos y demostramos a traves de los siguientes documentos de Actas recientes. . Si alguien tenia dudas comprobad hasta donde llega el cinismo de CC.OO y UGT, que ya no les importa hacerlo publico y firmarlo. 

Lo siguiente forma parte del acuerdo firmado entre empresa y los dos sindicatos:


 Es normal que en sindicatos politicalizados pasen cosas como estas (igual que en los partidos politicos), para los comites y cupulas de estos sindicatos es imprescindible llevarse bien con la patronal y el estado aunque sea a costa de sus propios afiliados con despidos, precariedad, paro etc.


martes, 4 de mayo de 2010

Reforma laboral: CCOO y UGT entrarán en los consejos de administración de las mutuas patronales

 Sería el premio por su complicidad en la rebaja de las cotizaciones sociales de la patronal que el gobierno pretende reducir. El Gobierno quiere sacrificar a las mutuas para pagar la reforma laboral

 Sobran las críticas y falta tiempo para acordar una reforma laboral a gusto de todos. El Gobierno es consciente de que se acabó el tiempo de jugar a las negociaciones. La presión pública aumenta y hay que zanjar de una vez el diálogo social.


Desde esta perspectiva, Trabajo tiene puesta la mirada sobre las mutuas de accidentes laborales, llamadas a convertirse en la cabeza de turco de la reforma en ciernes. El Departamento de Corbacho quiere cerrarles el grifo de las cotizaciones sociales de las que actualmente se nutren para cubrir la asistencia sanitaria (bajas médicas, fundamentalmente) de más de 13 millones de trabajadores.

El Ejecutivo descubrió parte de sus intenciones en el documento sobre la revisión del Pacto de Toledo del 29 de enero. En ese texto, apuntaba ya a la necesidad de reflexionar sobre “si deben ser las cotizaciones sociales las que sigan soportando la financiación de la asistencia [que prestan las mutuas de accidentes de trabajo] , o si debemos transitar hacia un modelo basado en impuestos o mixto”. Pues bien, esta semilla, entonces desapercibida, ha comenzado a echar raíces.

Corbacho está dispuesto a rebajar en torno a medio punto las cuotas por contingencias profesionales, lo que supone un ahorro de 350 millones, según ha calculado el sector. Los sindicatos, claramente reacios a la medida, obtendrían a cambio el privilegio de tener un sillón en los consejos de administración de cada una de las treinta mutuas en activo. Todo un caramelo.

Y de la teoría a la acción. Trabajo aprobó en marzo una resolución, a cuyo contenido completo ha tenido acceso EXPANSIÓN, en la que avisa del recorte de 251,7 millones de euros entre los centros dependientes de la secretaría de la Seguridad Social –fundamentalmente las mutuas–, bajo el pretexto de “medidas de austeridad” (ver apoyo). La cantidad es similar, casualmente, al colchón financiero que aspira a rascar el Ejecutivo con la rebaja de cuotas.

Este último gesto ha sido la puntilla para poner en pie a las mutuas, que llevan semanas sospechando la estrategia. De hecho, han remitido un informe a la Administración para intentar frenar la pirueta.

Además, y para sorpresa de todos los grupos, esta trama se negocia también en la Comisión del Pacto de Toledo. ¿Casualidad? No tanto, ya que el giro que planea el Ejecutivo también afectaría –mejor dicho beneficiaría– a la Seguridad Social. Y es que el Ejecutivo plantea que “una parte de las actuales reservas” de las mutuas –valoradas en 3.000 millones– financien “en un periodo de transición amplio” los servicios que ahora prestan, hasta que su control pase gradualmente a los sistemas de salud autonómicos.

Otro “destino natural” de esta partida sería la llamada hucha de las pensiones, que alcanza 60.000 millones. A finales de 2010 el 90% de este fondo estará invertido en deuda pública nacional.

La idea ‘multiuso’
1. El Ejecutivo está dispuesto a recortar 0,5 puntos las cuotas por contingencias profesionales –lo que ahorraría 350 millones al sector privado– , a cambio de que los sindicatos entren en los Consejos de las mutuas.

2. Dotadas de menos presupuesto, el Gobierno habría allanado así el terreno para trasladar los servicios que prestan las mutuas (principalmente gestionan altas y bajas médicas) a los servicios de salud autonómicos.

3. El guión también deja abierta la puerta a usar las reservas que han ido acumulando las mutuas (3.000 millones) para abonar la hucha de las pensiones, cuyos recursos están invertidos en un 90% en deuda pública.

Un reglamento, una intención
La reforma laboral va cogiendo cuerpo. Como adelantó este diario el 15 de abril, el Ejecutivo ha empezado a negociar la idea de allanar los requisitos para usar el contrato por despido objetivo –con un coste de indemnización de 20 días–, a cambio de cargar al Fogasa –que vive gracias a las cuotas empresariales– parte de las indemnizaciones por despido.

Para hacer más atractiva la oferta, Moncloa dejó la puerta abierta a rebajar las cotizaciones que pagan las sociedades. Lo que faltaba entonces por detectar era qué epígrafe se tocaría. Pues bien, el capítulo que Trabajo planea recortar es el de las cuotas por contingencias profesionales, de las que se nutren las mutuas para gestionar las altas y las bajas médicas de buena parte de los trabajadores.

En este sentido, el pasado 11 de marzo, la secretaría de Estado de la Seguridad Social aprobó una resolución que limita su actuación. En concreto, les prohíbe “la apertura de nuevas delegaciones o instalaciones”, y les obliga a “suprimir los gastos de publicidad y promoción”, unas reglas restrictivas que han sorprendido por su dureza. Con esta política, justificada como una estrategia de austeridad, Trabajo pretende obtener un colchón extra de “251.772,04 miles de euros”. Esta cantidad equivale al recorte de cuotas sociales (de medio punto) con el que el Ejecutivo pretende atraer a CEOE.